Sabemos que la palabra gobernanza suena lejana, pero en Transparencia Mexicana (TMX) significa algo muy concreto: cómo tomamos decisiones, con quién lo hacemos y bajo qué reglas:
Nuestro Consejo Rector marca el rumbo de la organización. Son cinco personas —dos hombres, tres mujeres o personas no binarias— que aceptaron una regla básica para estar ahí: decir públicamente qué intereses tienen. Puedes conocer quiénes son [aquí]. Y, sí, también puedes ver sus declaraciones completas, porque si se trata de confianza, el buen juez, por su casa empieza.
Tenemos nueve políticas internas que cubren temas clave: transparencia, protección de datos personales, anticorrupción, prevención de conflictos de interés y lavado de dinero, violencia de género, discriminación… el tipo de cosas que ninguna organización debería tomarse a la ligera. ¿Quieres leerlas? Están [disponibles aquí →]. Y si crees que algo falta o que podemos hacerlo mejor, escríbenos sin rodeos: lineaetica@tm.org.mx. Leemos todo.
También somos uno de los 113 capítulos nacionales de Transparencia Internacional. Para serlo, no basta con decir que cumplimos estándares: cada tres años, el Comité de Acreditación de Membresías (MAC) revisa que realmente lo hagamos. No es decorativo, es exigente —y así nos gusta.
Y sí, publicamos nuestros estados financieros desde 1999. Antes de que fuera obligatorio. Antes de que la ley nos lo pidiera. ¿Por qué? Porque rendir cuentas no es un trámite: es parte de lo que somos. Cada año nos audita una firma independiente, y nuestros procesos de control interno también se revisan. Así, sin misterios.
Si llegaste hasta aquí, gracias. Este es solo el punto de partida.
lo que sigue, lo construimos en diálogo contigo